jueves, 22 de agosto de 2013

INFRAMAN (Zhong guo chao ren, 1975)




Hace unos días, acudí a una de las salas donde proyectaban Pacific Rim (2013), y tras su visionado, me dio por bucear un poco en mi videoteca y disfrutar de algún título de características similares. Y di con Inframan, título que hacía unos años que no veía, y me apetecía revisar. Y de entrada diré que el goce fue supremo.
Producida por la Shaw, la película nació como respuesta hongkonesa al éxito del famoso Ultraman japonés. Su argumento podemos resumirlo de la siguiente manera: la Tierra ha sido invadida por una serie de alienígenas cabreados dispuestos a conquistar nuestro mundo; en respuesta, un científico aplica sus conocimientos sobre un muchacho hasta convertirlo en Inframan, un superhéroe con aspecto de robot, capaz de volar, alterar su tamaño  y poseedor de una fuerza sobre-humana. Dispone además de un traje equipado de dardos, misiles y no sé cuantas cosas más que lo convierten en un ser absolutamente preparado para dar caza a los extraterrestres hostiles. Y aunque parezca mentira, sus cualidades no acaban ahí, pues es también experto en las artes marciales, capaz de realizar inmovilizaciones, patadas, puñetazos, luxaciones, etc. Sus combates cuerpo a cuerpo contra las fuerzas del mal son impagables. 

Como apunte cinéfilo, diremos que a Inframan le da vida nada menos que Danny Lee, pero  años antes de ser Danny Lee, es decir acreditado como Li Hsui Hsien, en su primera etapa como actor. E interpretando a su mejor amigo encontramos a King Lung Huang, quien años después alcanzaría el estrellato (o así) bajo el alias de Bruce Le. Ni que decir tiene que Le (perdón, King Lung Huang) aprovecha la ocasión para demostrar sus habilidades marciales, enfrentándose a algunos de los monstruos a golpe de Kung fu. Y no lo hace nada mal, por cierto, pero claro, es un secundario, y poco es lo que puede lucirse.  
Confeccionada para que sea disfrutada por toda la familia, la película es una aventurilla de agradable visionado, recordada por unos efectos especiales divertidos (lo siento, no se me ocurre otra palabra) y convertida hoy en pieza obligatoria en cualquier videoteca de carácter freak que se precie de serlo. Se encuentra a mil jodidas millas de las mejores películas de la productora Shaw, pero, reconozcámoslo, es entretenida y tiene su encanto.

Puntuación: 6/10

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