Cinta de acción construida a partir de
una falsa suposición en relación a la muerte de Bruce Lee y todo lo
que ello repercute en los diferentes personajes de su alrededor. El
protagonista es un joven apodado “El Tigre”, interpretado por el
clon Bruce Li, aquí dando vida a un alumno aventajado de del Pequeño
Dragón. La narración se inicia el 17 de julio de 1973, tres días
antes del fallecimiento del original Bruce Lee; éste (también con
el rostro de Li) le dice a su discípulo que si un día muere, él
será su sucesor. A los pocos días Lee fallece, estando en compañía
de la también actriz Susie Yang (interpretada por Hsin-Yi Chiang,
quien de alguna manera da vida a un clon de Betty Ting Pei). “El
Tigre” queda destrozado por la pérdida y con la ayuda de un
periodista amigo suyo, tratará de averiguar quién es el verdadero
culpable de la muerte de su maestro.
En la línea de obras como ¿Quién
mató a Bruce Lee?, se trata del típico filme de la corriente
bruceploitation, uno de esos “what if...” ultra
freaks de venganzas protagonizados por los supuestos amigos de Bruce
Lee que pueden llegar a ser divertidos, siempre que se decida aceptar
las reglas de su sucio juego. Dirigida por Lee Tso Nam (responsable
de las reivindicables Hong Kong Connection y Kung Fu
Magic), su mayor acierta radica en el hecho de introducir en la
trama elementos de cintas protagonizadas por Bruce Lee buscando la
complicidad con el espectador. De este modo, veremos como Bruce
Li-”El Tigre” se disfraza de vendedor de periódicos y de
operador de teléfonos para lograr entrar en la guarida de los
villanos...¡del mismo modo que Lee hizo en Furia oriental! En
otra escena, “El tigre” llega a un gimnasio regentado por
gangsters... y una luchadora decide enfrentarse a él... ¡vistiendo
un chandal amarillo con cierta similitud al que aparece en Juego
con la muerte!. Lo dicho,
diversión freak para un sub-producto propio de una moda ya pasada,
que pese a sus múltiples errores (ritmo inestable, algunas malas
interpretaciones...) guarda también algunos aciertos, como un climax
final ambientado en una playa francamente conseguido.
Para concluir, mencionar que la
película cuenta con dos constantes de las bruceploitations:
por un lado, la inclusión en le metraje imágenes de archivo del
funeral de Bruce Lee (con sus consecuentes cameos accidentales, en
este caso Bolo Yeung, George Lazenby y Brandon Lee, entre otros), por
otro, la utilización de un cartel al final del filme que nos
advierte que todos los hechos que hemos visto en el largometraje son
ficticios y que cualquier parecido con la realidad es pura
coincidencia. Sin más comentarios...
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