viernes, 10 de marzo de 2017

SANCTUARY (1998)


Recuerdo cuando hace muchos años vi en un videoclub la carátula de este filme; al titularse “Sanctuary” y estar protagonizada por Mark Dacascos (que venía de hacer la excelente “Crying Freeman: los paraísos perdidos”) pensé que se trataba de una nueva incursión del actor hawaiano en el universo del manga japonés. Nada más lejos de la realidad, pues este largometraje dirigido por Tibor Takács nada tiene que ver con la obra de Sho Fumimura y Ryoichi ikegami. Ignoro si la idea de los productores y los distribuidores era engañar a los fans de los orientales, pero ahí queda la anécdota.

Sea cómo sea, lo cierto es que la película “Sanctuarty” me pareció horrible hace unas décadas, y vista recientemente mi concepción no ha variado ni un ápice. Esta película es un bodrio sin salvación que no hace honor a las interesantes carreras de sus principales artífices: Takács tiene cintas mucho más interesantes en su filmografía, lo mismo que Dacascos, que con todo demuestra una vez más sus innegables dotes para el cine de acción. El guión nos presenta una desordenada y poco interesante trama política y clerical elaborada a base de largos y confusos flasbacks. Un muchacho huérfano recogido por una especie de secta es entrenado y convertido en una máquina de matar, empleado por el gobierno como mercenario. Años después, se arrepiente de sus pecados y se convierte en sacerdote, pero sus antiguos jefes volverán a necesitar sus servicios. Tiroteos, peleas, traiciones, erotismo...de todo hay pero mal colocado, convirtiendo el entero en un producto difícil de digerir, aburrido en líneas generales que únicamente levanta el vuelo en aquellos breves instantes en los que Dacascos puede lucirse como actor marcial. No obstante es un largometraje del que es recomendable huir.

Puntuación: 2/10

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